Los Robinson empezaron a buscar una casa el mismo día que llegaron a Las Palmas, la capital de Surlandia, pero ya habían pasado dos semanas, casi tres, y todavía no habían encontrado una casa como ellos querían. Todo este tiempo vivíen en un hotel caro y no sabían como que iban pagar la cuenta. Todos los días no hacían más que ver casas y más casas. Ya habían visto no menos de veinticinco, pero ninguna les gustaba; unas no les convenían porque eran demasiado grandes; otras, porque eran demasiado pequeñas o porque estaban muy lejos dél centro o en un barrio malo, o porque estaban amuebladas y ellos las querían sin muebles. En fin, no encontraban lo que ellos buscaban. Pero hace dos o tres días alguien, en la Embajada, les avisó que había una casa magnifica en el Barrio Bellavista sin muebles. En seguida fueron a verla y les gustó mucho. También les gustó el barrio y, sin pensarlo ni un minuto más, fueron y la tomaron.
Monday, October 18, 2010
Los Robinson
Fred Robinson, su esposa, Virginia, y dos hijas, Jane y Ruth, llegaron a Surlandia dos semanas antes de mudarse a la casa que acababan de alquilar en Bellavista. Él es un hombre de unos treinta años, graduado de la Universidad de Princeton, quien, después de terminar sus estudios en esa universidad, entró al servicio diplomático de los Estados Unidos. Esta es la primera vez que ha salído de su país como empleado de gobierno, y él y Virginia estan muy contentos de que es a Surlandia y no a otra parte adonde su gobierno lo ha mandado. Las razones son dos: primero, que ellos ya conocen este país; estaban aquí unos días durante su viaje de bodas y quedaban encantados con la gente, con las ciudades, con el clima, en fin, con todo. La segunda razón es que Surlandia es bastante cerca de Florida, donde vive toda la familia de Fred. Será muy fácil y barato para los Robinson, entonces, ir a menudo a visitar a la familia y a los muchos amigos que viven en Florida --un viaje de seis horas por avión.
Los Robinson empezaron a buscar una casa el mismo día que llegaron a Las Palmas, la capital de Surlandia, pero ya habían pasado dos semanas, casi tres, y todavía no habían encontrado una casa como ellos querían. Todo este tiempo vivíen en un hotel caro y no sabían como que iban pagar la cuenta. Todos los días no hacían más que ver casas y más casas. Ya habían visto no menos de veinticinco, pero ninguna les gustaba; unas no les convenían porque eran demasiado grandes; otras, porque eran demasiado pequeñas o porque estaban muy lejos dél centro o en un barrio malo, o porque estaban amuebladas y ellos las querían sin muebles. En fin, no encontraban lo que ellos buscaban. Pero hace dos o tres días alguien, en la Embajada, les avisó que había una casa magnifica en el Barrio Bellavista sin muebles. En seguida fueron a verla y les gustó mucho. También les gustó el barrio y, sin pensarlo ni un minuto más, fueron y la tomaron.
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Los Robinson empezaron a buscar una casa el mismo día que llegaron a Las Palmas, la capital de Surlandia, pero ya habían pasado dos semanas, casi tres, y todavía no habían encontrado una casa como ellos querían. Todo este tiempo vivíen en un hotel caro y no sabían como que iban pagar la cuenta. Todos los días no hacían más que ver casas y más casas. Ya habían visto no menos de veinticinco, pero ninguna les gustaba; unas no les convenían porque eran demasiado grandes; otras, porque eran demasiado pequeñas o porque estaban muy lejos dél centro o en un barrio malo, o porque estaban amuebladas y ellos las querían sin muebles. En fin, no encontraban lo que ellos buscaban. Pero hace dos o tres días alguien, en la Embajada, les avisó que había una casa magnifica en el Barrio Bellavista sin muebles. En seguida fueron a verla y les gustó mucho. También les gustó el barrio y, sin pensarlo ni un minuto más, fueron y la tomaron.
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Muchas gracias por este recurso tan rico.
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