Enrique: Se nos fue el feriado y lo hemos pasado bastante bien.
Beatriz: Lástima que no haya venido Isabel.
Enrique: Sí, salió temprano para el dentista y estaba dispuesta a regresar a tiempo, pero, tú sabes ... con el dentista sabes cuando entras pero no sabes cuando sales.
Humberto: Habrá tenido mucho trabajo porque hay mucha gente que sólo puede ir los días feriados.
Enrique: y peor aún ahora que se cancelaron las visitas de los sábados.
Humberto: ¿Tenía cita marcada?
Enrique: sí, pero por lo visto el dentista estaría demasiado ocupado, porque Isabel me llamó a las diez y me dijo que nos fuéramos nosotros porque el paciente anterior tenía para rato.
Beatriz: ¿Estará durmiendo la siesta ya?
Enrique: No creo; por lo menos estaba decidida a aprovechar el día arreglando el jardín.
Beatriz: A propósito de jardines, ¿por qué se permite a la gente pisotear los jardines públicos?
Humberto: y ¿a qué viene eso ... ?
Beatriz: ¿No ves esa gente allá?
Enrique: Parece que el tráfico ha sido interrumpido. ¿Qué pasará?
Humberto: Será un choque.
Humberto: ¿Pasó algo, señor?
Circunstante: ¡Nada.... ! Se dio contra ese árbol, ¿le parece poco?
Beatriz: Estaría borracho y habrá querido pasar entre dos árboles cuando había sólo uno.
Circunstante: No sé. Parece que perdió la estabilidad. A lo mejor fue ocasionado por un defecto de la dirección. Se lo llevaron hace un rato.
Humberto: ¿Estará en el hospital?
Circunstante: Supongo.
Beatriz: El carro estaba hecho pedazos. ¿Tendría seguro, Humberto?
Humberto: A estas horas no estará pensando si el carro estaba asegurado o no.
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